aprender a navegar mi soledad sin salir corriendo a llenar sus vacíos a través de adicciones sanas e insanas - ha sido mi misión personal de lo que va de este año.
al principio me asusté con lo que ahí encontraba: ¿Qué dice este vacío de mí? Ya comenzaba a auto diagnosticarme y a buscar ayuda psicológica: “debo estar deprimida” y así como yo he interpretado esto otros creen que lo que están es embrujados o invadidos de mala energía.
y en este bucle de desespero, vamos buscando sanación y ayuda de manos ajenas porque creemos que solos no podemos.
los resultados de mi insaciable búsqueda me han ayudado pero no me han “resuelto” el vacío. Tarde o temprano el vacío llega de nuevo cuando dejamos de ocuparnos en cosas externas.
este año decidí romper ese patrón y muy, muy poquito a poco comencé a entender que este “vacío” que solemos interpretar como algo malo no es algo malo: es nuestro ser. nuestro ser no tiene colores, sentimientos o juicios de ningún tipo. Nuestro ser simplemente es.
por algo los budistas nos dicen que solo sentándonos con él es que lograremos el nirvana: la verdadera felicidad y plenitud que solo podemos encontrar en nuestro interior.
con esto no intento decir que soy una sabia liberada de su ego. Mucho menos que he encontrado el misterioso nirvana. Lejos de él, aunque siempre en el intento de al menos tener más consciencia de lo que mi ego quiere pintar.
lo que quiero decir es que a veces la soledad puede sanar mucho más de lo que creemos.
mi soledad ha dejado de sentirse prisionera u oscura (aunque hay días que así se siente y eso es natural). solo arropándome con ella es que me he logrado liberar de tantas cosas que creía estáticas en mí. mi mente comenzó a soltar poco a poco esas historias sin que yo hiciera nada más que ser paciente. Así como un cuerpo sano se libera solito de las toxinas. Todo lo demás es solo una ayuda.
a veces solo hay que esperar, detenerse, sentir, escuchar, y estar. Con paciencia, compasión y amor.
que nuestro mundo interior es mucho más poderoso de lo que creemos y la sabiduría de nuestra alma sabe hacer su trabajo si en ella decidimos confiar.
foto: @gabbotello