cuando intentamos sobre proteger o alguien intenta sobre protegernos a nosotros, inmediatamente cortamos el vínculo entre esa persona y su propio instinto, su intuición y la voz de su alma.
Inmediatamente lo acostumbramos a creerse víctima o posible victima del mundo en todo momento, le quitamos la seguridad en sí mismo y lo volvemos indefenso ante la vida. Dependiente y temeroso, viendo amenazas hasta en donde no las hay.
y en ese intento de prolongarle y protegerle su vida, creamos el efecto opuesto: le robamos vida.
hay que permitirse los errores a nosotros mismos y a los demás, hay que dejarnos olfatear lo que nos da curiosidad y que a la vez podría hacernos daño porque jamás lo sabremos hasta haberlo intentado, solo así dejaremos de vivir ciegos y aprenderemos a confiar completamente en nosotros mismos.
una cosa es ofrecer ayuda en forma de consejos y advertencias desde un lugar de genuina preocupación (píllate como digo OFRECER y no entregar), y otra cosa es intentar controlar venga del lugar que venga.